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El frenesí por el Ozempic en 2023 fue una lección de economía brutal: demostró cómo el gasto emocional en modas destruye capital que pudo ser el pie para un activo real. Hoy, con la UF en $39.643, analizamos ese desvío de recursos como la antítesis de una inversión inteligente.
El mercado no perdona las decisiones sentimentales con el dinero. Mientras los precios de las propiedades se reajustan por la UF y las tasas hipotecarias siguen su curso, recordar la burbuja de la semaglutida es un ejercicio necesario para cualquier persona que aspire a construir patrimonio. Fue un consumo suntuario disfrazado de inversión en salud, y el costo de oportunidad para miles de familias fue astronómico.
- El Dato: En su peak, una dosis de Ozempic en el mercado informal superaba los $230.000, equivalente a 5.8 UF de la época. Hoy, esa misma cantidad de UF representa más de $230 mil pesos, pero con un poder adquisitivo erosionado por la inflación acumulada desde entonces.
- Por qué importa: Ese monto no era un gasto, era capital desviado. Representaba múltiples cuotas de un dividendo, un incremento significativo en el ahorro para el pie de un departamento o una suma robusta para un fondo de emergencia indexado a la UF. Se priorizó un bien transitorio sobre un activo durable.
- Lo que viene: Los ciclos de modas costosas seguirán. La clave para el inversionista práctico es tener un marco de referencia inmutable: la UF y el metro cuadrado. Cualquier gasto grande debe medirse contra esas unidades. ¿Esta compra equivale a un 1% del pie que necesito? Si la respuesta es sí, la decisión se vuelve clara.
La UF como Termómetro de la Vanidad: El Verdadero Precio del Ozempic
Pongamos esa fiebre en el lenguaje de los activos reales. El “Valentín” del caso original que gastó $700.000 hizo algo más que comprar jeringas: liquidó capital. Con el dólar a $924 entonces, eso eran unos 757 dólares. Hoy, con el tipo de cambio en $925, la paridad se mantiene, pero el contexto es distinto. Esa suma, inyectada mensualmente en un fondo de ahorro reajustable por UF, habría tenido un crecimiento real protegido de la inflación. En el mercado inmobiliario, $700.000 podían ser la diferencia entre calificar o no para un crédito hipotecario al demostrar mayor capacidad de ahorro.
La demanda estética masiva creó una escasez artificial y una burbuja de precios pura. La ley es hierro: oferta limitada + demanda especulativa = ajuste vía precio. Pero el especulador de WhatsApp no fue el único que ganó; los verdaderos perdedores fueron aquellos que canjearon seguridad patrimonial por una quimera. El sistema financiero valora la constancia del ahorro en UF, no la volatilidad del gasto en modas.
“Cuando evalúes un gasto mayor, tradúcelo a UF. Si ese número de UF te duele más que el precio en pesos, es porque tu instinto de inversionista te está diciendo que eso es consumo, no capital. Un departamento se reajusta por UF; una moda, se deprecia a cero.”
Inversión vs. Consumo: Priorizar el Activo que Sigue tu Nombre
La educación financiera para el comprador de vivienda no es solo sobre tasas y subsidios. Es sobre la disciplina férrea de no desviar recursos. El caso Ozempic dejó al descubierto una falla en la mentalidad del ahorro: la incapacidad de posponer una gratificación inmediata por un bien superior futuro. El dinero es un recurso finito y cada peso tiene un destino óptimo.
Hoy, con la UF en $39.643, cada decisión de gasto debe pasar por un filtro de oportunidad inmobiliaria. ¿Es esta compra más valiosa que incrementar mi pie para escapar del renting? ¿Me acerca o me aleja de la meta de las 2.000 UF para un departamento en una comuna emergente? El sistema sanitario y el SERNAC pueden alertar, pero la defensa final está en el balance personal.
La próxima vez que una “solución milagrosa” llame a tu puerta, haz la conversión. ¿Su costo en UF justifica postergar tu entrada al mercado de activos reales, el único que históricamente ha blindado el patrimonio familiar frente a la inflación? Tu futuro hipotecario depende de las decisiones que no tomas impulsivamente hoy.