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$39.643
$69.542
Mientras el dólar cotiza a $932 y la UF se mantiene en una meseta alta de $39.643, una historia desde Aysén nos recuerda que la verdadera riqueza no está en los gráficos, sino en las personas. Friosur, una pesquera con 40 años, construyó su fortaleza haciendo a sus trabajadores dueños del 20% de la empresa, un modelo que desafÃa la volatilidad y nutre la economÃa real de una región.
Hablemos claro: cuando el dólar sube, el pan, la bencina y el pollo en el super siguen la corriente. Esa es la economÃa que sentimos en la cartera. Pero en la Patagonia chilena, en medio de canales y frÃo, una empresa encontró una fórmula para blindar a su gente contra esos vaivenes. No con futuros financieros en Chicago, sino con un compromiso humano. Aunque los titulares hablen del euro a $1.066, la historia de Friosur nos enseña que el capital más valioso es el que se construye con sudor y propiedad compartida.
- El Dato: El 20% de Friosur pertenece a sus 600 trabajadores, quienes adquieren las acciones usando los dividendos que genera la propia empresa, en un plan a 15 años.
- Por qué importa: Este modelo convierte los beneficios empresariales en patrimonio familiar directo, una inyección de estabilidad económica para cientos de hogares que no depende de la especulación cambiaria ni del crédito bancario indexado a la UF.
- Lo que viene: Una nueva ley pesquera amenaza con recortar las cuotas, poniendo en riesgo este ecosistema económico local y demostrando cómo decisiones desde Santiago pueden encarecer el pescado en tu mesa y dejar a familias sin sustento.
Un Modelo Que Paga Dividendos en Dignidad y en Pesos
Imagina que tu sueldo viene acompañado, año a año, de una porción de las ganancias de la empresa donde trabajas. Y que esa porción, además, te está haciendo dueño de un pedacito de ella. Eso no es un sueño utópico; es la nómina en Friosur. José Luis del RÃo, su fundador, aplicó hace cinco años una lógica simple pero revolucionaria: si el capital y el trabajo reman para el mismo lado, el barco avanza más rápido y todos llegan a un puerto mejor.
Los números lo respaldan. En 2023, con tres barcos y dos plantas, la empresa generó ingresos por US$53,7 millones. Pero el dato que a mÃ, como economista del hogar, más me emociona, es la composición de su fuerza laboral: 45% mujeres y 42% mayores de 50 años. Esto habla de inclusión real y de retención de experiencia, algo que ninguna capacitación express puede reemplazar. En un paÃs donde las pensiones son bajas y la vida cara, ser dueño de parte de tu fuente de trabajo es el mejor plan de retiro posible.
“En la economÃa doméstica, la peor inflación es la del miedo a perder el empleo. Friosur combate esa inflación con propiedad. Cuando el trabajador es dueño, cuida el recurso, cuida la máquina y cuida al compañero. Ese es un ‘dividendo social’ que no cotiza en bolsa, pero que sostiene pueblos enteros.â€
La Amenaza Legislativa: Cuando las Leyes Lejanas Apagan la Estufa en Aysén
Sin embargo, hasta el modelo más sólido puede tambalear con un cambio en las reglas del juego. Del RÃo alerta sobre la nueva Ley de Fraccionamiento Pesquero, que este año redujo la cuota de Friosur en un 15%. Esto no es solo un número en un papel en el Congreso. Traducido a peras y manzanas (o mejor dicho, a reinetas y merluzas), significa menos captura, menos procesamiento, y por ende, menos horas de trabajo y menos dividendos para esas familias dueñas.
El riesgo es concreto: si la empresa se contrae, la economÃa de Aysén sufre. Y en un efecto dominó, puede significar menos oferta de pescado nacional, haciéndonos más dependientes de las importaciones, cuyo precio finalmente lo dicta ese dólar que no para de moverse. Es el eterno problema de Chile: decisiones macroeconómicas y legislativas tomadas lejos del territorio, sin calibrar su verdadero impacto en la economÃa microscópica de los hogares. Mientras en Santiago se debate la teorÃa, en Puerto Aysén una familia calcula si con ese 15% menos de cuota podrá pagar la letra del auto o los útiles del hijo.