Dólar en $939 y UF $39.643: Planifique su 2026 con Estabilidad

El optimismo económico se asoma, pero con los pies en la tierra: un dólar que hoy ronda los $939 y una UF de $39.643 pintan un escenario distinto para planificar. Si las proyecciones de crecimiento e inflación controlada se sostienen, su presupuesto familiar podría respirar un poco más tranquilo en 2026.

Las conversaciones entre economistas han cambiado de tono. Ya no solo hablan de turbulencias, sino de una posible pista de aterrizaje más suave para la economía chilena. Este aire de mayor estabilidad, que proyecta un PIB creciendo a un 3% e inflación acercándose a esa misma cifra para el próximo año, es la mejor noticia que podría recibir su bolsillo. Pero, como cuando vemos bajar el precio de la bencina, la pregunta es: ¿se mantendrá la tendencia?

• El Dato: La inflación convergiendo hacia un 3% anual es la pieza central del nuevo escenario.
• Por qué importa: Es la diferencia entre que el kilo de pan suba $100 pesos en el año o solo $30. Protege el valor real de su sueldo y sus ahorros, permitiendo planificar la educación de los hijos o las vacaciones sin que los números se desfiguren mes a mes.
• Lo que viene: Un período clave para evaluar deudas y pasar de la defensiva a una estrategia financiera más inteligente, aprovechando un posible fortalecimiento del peso y tasas de interés más contenidas.

Del optimismo de los expertos a su mesa: ¿Qué significa un “Chile más estable”?

Cuando los analistas hablan de crecimiento del PIB y control de la inflación, en la práctica estamos hablando de confianza. Confianza de las empresas para invertir y, con suerte, crear más y mejores empleos. Para una familia en Concepción o Antofagasta, esto se traduce en algo tangible: oportunidades. La chance de que en la pega les ofrezcan un mejor sueldo al tener más competencia por los talentos, o de que aparezcan nuevas ofertas laborales si se busca un cambio.

Un dólar que hoy se encuentra en $939, y que podría ver cierta presión a la baja si entra más inversión extranjera, actúa como un freno natural a los precios de una montón de cosas. Desde el aceite que es importado hasta los repuestos del auto. Una divisa más estable significa menos presión inflacionaria importada, un alivio directo para el costo de vida.

Y aquí entra en juego la gran aliada para los que tienen créditos hipotecarios o ahorran: la UF, que hoy está en $39.643. En un escenario de inflación controlada, la UF tiende a subir de forma más predecible y moderada. Esto da una tremenda paz mental a la hora de pagar la cuota de la casa; ya no es una lotería mes a mes.

“Planificar con una inflación del 3% no es soñar despierto, es volver a la normalidad. Es recuperar el poder de decidir si ese viaje o esa mejora en la casa se hace este año o el próximo, sin que la hyper-escalada de precios decida por usted.”

Estrategias para blindar su bolsillo en la posible nueva normalidad

La tentación, con noticias esperanzadoras, es bajar la guardia. Grave error. Este es el momento preciso para ajustar la estrategia. Con una inflación proyectada del 3%, el clásico depósito a plazo que por años ha dado rentabilidades miserables, vuelve a ser una opción a considerar, pero solo como piso. El desafío es buscar instrumentos que rindan por sobre ese umbral para que su dinero realmente crezca.

Fondos mutuos conservadores o de renta fija podrían recuperar protagonismo. Y sobre el dólar, la visión debe ser táctica. A $939, una compra masiva por pánico no tiene sentido si el escenario de estabilidad se consolida. Sin embargo, abandonar por completo la diversificación en divisas sería un error. Mantener un porcentaje de sus ahorros en dólares o euros (este último a $1.083) sigue siendo un seguro de vida ante cualquier recaída inesperada.

El llamado final es a la observación activa. Que la palabra “estabilidad” no lo adormezca. Siga cómo se comportan los precios en el supermercado de su barrio, monitoree las tasas que ofrecen los bancos para créditos de consumo y esté atento a los anuncios del Banco Central. La verdadera oportunidad no está en el pronóstico, sino en cómo usted prepara sus finanzas hoy para ese futuro que, por fin, parece un poco más amable.