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El Black Friday 2025 inyectó US$426 millones al retail chileno, confirmando el dominio absoluto del e-commerce en un escenario de dólar en $940. La cifra, que superó expectativas, es el primer termómetro real del consumo antes de una Navidad marcada por la incertidumbre inflacionaria.
El dato duro no miente. Tres días de ofertas agresivas, organizadas por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), movieron un volumen de dinero que equivale a la capitalización bursátil de varias empresas del IGPA. Los US$426 millones y las más de 8 millones de transacciones dibujan un consumidor activo, pero estratégico. Este no es un gasto impulsivo de bonanza. Es un consumo focalizado, casi quirúrgico, que aprovecha el paraguas promocional para adquirir bienes necesarios y postergables en un año donde la UF cerró noviembre en $39.607 y el euro se mantuvo firme por encima de los $1.090.
- El Dato: El comercio online capturó el 56% del total vendido, un salto de 4 puntos porcentuales frente a 2024.
- Por qué importa: Este dominio consolida un cambio estructural en los hábitos chilenos. Cada punto que gana el e-commerce es un golpe a la rentabilidad del retail físico tradicional, forzando reinversiones en logística y presión sobre los márgenes en un sector altamente endeudado.
- Lo que viene: Este respiro comercial no garantiza un diciembre récord. La clave será ver si este consumo se "robó" ventas de la temporada navideña o si, por el contrario, es el pistoletazo de salida. El Banco Central observará de cerca si este impulso presiona aún más los precios internos.
Un consumidor bifásico: digital de noche, físico en la tarde
La radiografía horaria de las compras revela la dualidad del mercado chileno. El canal online concentró su poder de fuego en horarios no hábiles, después de las 20:00 horas. Es el Chile conectado que compra desde el celular, que busca comparar precios en tiempo real y que huye del agobio de las multitudes. Un comportamiento que se ha cementado desde la pandemia y que las plataformas han sabido explotar con descuentos "flash" y carritos abandonados recuperados.
En la vereda de enfrente, el comercio físico recuperó algo de terreno el sábado, superando levemente al digital. Pero su franja de oro se reduce: entre las 13:00 y las 20:00 horas. Es la ventana donde el retail tradicional debe justificar su existencia, con experiencias, disponibilidad inmediata y asistencia presencial. Un error en logística o en inventario en esas horas es perder la batalla del día. Las grandes tiendas y supermercados lideraron en cantidad de transacciones, pero con tickets promedio que requieren análisis. ¿Se compró más volumen a menor valor unitario? Esa es la pregunta que mantiene despiertos a los gerentes comerciales.
"El chileno ya no 'sale de compras', ejecuta una operación. El Black Friday dejó de ser una fiesta para convertirse en una ventana táctica de ahorro en un año apretado. Ese US$426 millones no es entusiasmo, es cálculo frío."
El verdadero test comienza ahora: la sombra de la inflación y el dólar caro
El éxito de esta campaña es un alivio táctico, no una victoria estratégica para el retail. El contexto macroeconómico pone una lápida de plomo sobre la euforia. Con un dólar comercial rondando los $940, los costos de reposición para los retailers importadores serán más altos. Los márgenes obtenidos en estas ventas con descuento podrían evaporarse rápidamente. La temporada navideña que se aproxima no se jugará en base a descuentos del 70%, sino a precios estables en un entorno donde la presión inflacionaria, aunque en retirada, sigue siendo el fantasma en la mesa familiar.
El gasto en categorías como líneas aéreas, que figuró entre las más transadas, indica una priorización en experiencias y bienes durables específicos. Es un patrón que coincide con un ahorro precautorio aún elevado. La pregunta de fondo es si el Bolsillo chileno tiene para una segunda ronda en diciembre o si este Black Friday fue el último gran esfuerzo. Los datos de la CCS son un termómetro. La verdadera fiebre del consumo navideño se medirá con el flujo en caja de los supermercados y mall durante las próximas cuatro semanas, bajo la mirada expectante de un Banco Central que no bajará la guardia ante cualquier señal de reinicio en la presión de precios. El consumo mostró músculo. Ahora debe demostrar resistencia.