¿Qué pasó hoy?
El mercado del acero en Chile lleva años estancado, afectando directamente a la construcción. Sin embargo, se vislumbra una pequeña mejora del 6-7% para 2026, impulsada por obras públicas.
¿Cómo afecta esto a tu bolsillo?
La situación del acero es un termómetro clave para la economía real. Aquí te explicamos qué significa para ti:
- Si buscas vivienda o reformas: Los precios del acero están bajos a nivel mundial. Esto podría traducirse en menores costos para constructoras, aunque no siempre se refleja de inmediato en el precio final de tu casa o departamento. ¡Es una señal a seguir!
- Si trabajas en construcción o sectores relacionados: La proyección de crecimiento para 2026, aunque modesta, es una buena noticia. Más proyectos de carreteras, hospitales y metro significan más trabajo y estabilidad en el sector.
- Si te preocupa el desempleo: Aunque la palabra «crecimiento» vuelve al centro del debate político, el desempleo sigue siendo alto (8-9%). La reactivación de la construcción es clave para generar puestos de trabajo.
- Competencia china a la vista: Prepárate, porque el acero chino, mucho más barato, podría llegar con fuerza a mediados de 2026. Esto podría abaratar aún más los costos de construcción, pero también podría presionar a la industria nacional y sus empleos.
- Clima de inversión: El consenso político en torno al «crecimiento» y la «seguridad» genera un ambiente más optimista. Esto es bueno para la inversión general en el país, lo que a la larga beneficia a todos.
Recomendación rápida
El escenario actual es de cautela con señales de optimismo.
- Si tienes ahorros en Dólar ($929) o Euro ($1.077): Mantener una parte de tu portafolio en estas monedas sigue siendo una buena estrategia de diversificación ante la volatilidad global.
- Para inversiones locales: Con el foco en crecimiento y la reactivación de obras, considera sectores relacionados con la infraestructura y el consumo interno a largo plazo.
- No te precipites: La recuperación es gradual. Evalúa bien tus opciones y no pongas todos tus huevos en la misma canasta. Diversificar es la clave.