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$936
$1.060
$39.062
$68.306
El dólar se estaciona en los $936, pero la historia real para tu bolsillo la escriben las monedas de los destinos turísticos. Te mostramos, con peras y manzanas, dónde rinde cada peso chileno hoy y la estrategia inteligente para planificar tus escapadas sin que la inflación ajena te arruine el viaje.
Parece que el mercado cambiario nos da un respiro. Con el dólar estadounidense anclado en la banda de los $936 y el euro en $1.060, uno podría pensar que es momento de desempolvar la maleta. Pero en economía del hogar, sabemos que la foto completa es más matizada. El verdadero termómetro para tu presupuesto de viaje no es solo el dólar observado, sino cómo se mueve nuestro peso frente al real brasileño, el peso mexicano o incluso el peso argentino. Son esas monedas las que definen si el cafecito en Copacabana te sale regalado o te duele.
La paradoja es que un dólar «estable en Chile no garantiza precios congelados afuera. Mientras nosotros lidiamos con una inflación controlada, otros países enfrentan tormentas perfectas que encarecen todo, desde el asado hasta el hotel. Planificar hoy exige mirar dos pantallas: el valor de nuestra moneda y la inflación en el destino. Es la única forma de evitar sorpresas que te obliguen a elegir entre un tour o la cena.
- El Dato: A 28 de abril de 2025, el dólar intercambiario se mantiene en $936, pero la verdadera oportunidad está en que el peso chileno ha ganado terreno frente a monedas clave de la región, como el real brasileño.
- Por qué importa: Esta fortaleza relativa significa que tu sueldo, convertido a reales o pesos mexicanos, te compra más que hace un año. Es un poder adquisitivo exportado que se traduce en noches de hotel extra, platos en restaurantes más afamados o excursiones que antes descartabas.
- Lo que viene: Esta ventana de oportunidad no es eterna. Los mercados son dinámicos y la inflación en países como Argentina o Brasil puede erosionar rápidamente esa ventaja cambiaria. La planificación temprana y el pago anticipado de servicios se convierten en tu mejor escudo.
Brasil y México: los ganadores claros donde tu peso hace "clic" y rinde
Hagamos la traducción a peras y manzanas. Con el tipo de cambio actual, Chile tiene un "descuento implícito" en varios destinos. Brasil lidera esta lista. No es solo que el real esté débil; es que la oferta turística brasileña "“ desde el Nordeste hasta las cataratas de Iguazú "“ ofrece un valor brutal por lo que pagas. Un almuerzo para dos en una "churrascaria" decente en Sao Paulo, que antes te podía significar un ojo de la cara, hoy se siente como un gasto razonable en un restaurant de Providencia.
México jueza en otra liga de diversidad, pero con la misma regla favorable. El peso chileno se ha comportado como un luchador fuerte frente al peso mexicano. Esto mitiga el efecto de la inflación local y hace que destinos como Ciudad de México, Oaxaca o la Riviera Maya sean más accesibles. Piensa en esto: el tipo de cambio actúa como un cupón de descuento automático en tu tarjeta, aplicado a cada museo, cada taco al pastor y cada noche en un hospedaje con encanto.
"Planificar unas vacaciones hoy no es solo elegir playa o montaña; es una operación de arbitraje financiero doméstico. Estás decidiendo, consciente o no, en qué economía extranjera tu peso chileno trabajará más duro para darte alegrías."
Argentina y Europa: la letra chica que tu presupuesto no puede ignorar
Argentina sigue siendo el caso de estudio más complejo. La inflación galopante devora cualquier posible ventaja cambiaria. Ir con pesos chilenos en el bolsillo es una mala idea. Aquí, la herramienta financiera es tan importante como el destino. El "dólar turista" "“ ese recargo que se aplica al usar tu tarjeta de crédito internacional "“ sigue siendo la ruta más segura y legal, muy por encima del dólar blue pero con la comodidad de no andar con fajos de billetes. Pagar con una Visa o Mastercard te ancla a un tipo de cambio oficial conocido, aunque con impuestos, y te protege de la volatilidad diaria.
Europa, con el euro en $1.060, exige una mirada más estratégica. No está prohibitivo, pero tampoco es un regalo. La clave aquí es la estacionalidad y la anticipación. Un viaje en temporada baja, con vuelos y alojamiento pagados con meses de antelación (bloqueando así tu costo en pesos), puede ser tan inteligente como aprovechar un descuento regional. ¿El truco de hogar? Calcula el costo total del viaje en euros, multiplícalo por $1.060 y luego pregúntate: ¿esta misma suma me daría más días de lujo o experiencias en Brasil? La respuesta te guiará.
La UF, ese termómetro de largo plazo, ya roza los $39.062. Nos recuerda que los costos estructurales en Chile siguen al alza. Aprovechar la fuerza momentánea de nuestro peso para vivir experiencias en el exterior no es un capricho, es una decisión financiera inteligente que diversifica tu canasta de consumo. ¿Ya revisaste cuántos reales te darían hoy tus ahorros?